Photo by José Ventoso

 

“La falta de ganas de trabajar, o de hacer cosas, propia de la persona perezosa, o también como una debilidad o lentitud en las acciones o en los movimientos.” Te suena, ¿verdad?. Estoy hablando de la temida PEREZA. Es esa energía (o falta de energía, mejor dicho) que parece que se apodera de nosotras a la hora de actuar o de tomar decisiones en nuestro día a día y que fácilmente se extiende hasta el punto de descuidarnos o de ni siquiera plantearnos cómo salimos vestidas a la calle.

Y con razón es identificado como uno de los siete pecados capitales. Si abusamos de la Pereza en exceso nos puede llevar a la dinámica de acostumbrarnos a construir una imagen inadecuada o poco definida de lo que somos o de lo que queremos transmitir en nuestro trabajo, en nuestras actividades o con nuestro grupo social, algo que puede perjudicarnos.

Así que adelantándonos a la astenia primaveral y antes de que se nos vaya de las manos y que salgamos diariamente de nuestra casa al más puro estilo Rosalía (sin menospreciar), os voy a dar unas cuantas ideas que os ayuden a inspiraros o a potenciar cualquier look poco elaborado:

 

La confianza es tu amiga

Estoy segura de que muchas veces te cansas de ir siempre con la misma ropa y estilo. En ocasiones la pereza y la desmotivación hacia el vestir puede derivarse de una falta de confianza o de miedo a experimentar.
Recuerda que la moda es diversión y que es un área en la que, afortunadamente, cada vez hay menos reglas y más libertad independientemente de cómo sean nuestras características físicas.
Por tanto empieza por experimentar, atreverte y confiar en ti misma. Tú mandas.

 

 

Incluye colores pastel en tu vestuario

Es la gama de colores que están ligeramente empolvados, es decir, que tienen una especie de filtro blanquecino que les hace parecer más tenues de lo que son. Si eres de las que abusa del color negro sin darte cuenta, incluye en tu vestuario colores como el rosa, azul cielo o el amarillo claro.
Con ello conseguirás restar sobriedad a tu imagen, aportando un punto de juventud y de tranquilidad, haciéndola mucho cercana y dulce.

 

Photo by Nik MacMillan on Unsplash

 

Añade color en los labios

Si no sueles maquillarte mucho o la pereza también se apodera de ti en esto, prueba un día a utilizar un labial en color rojo, coral o rosa. Éste sencillo gesto te cambia el look de forma asombrosa, ya verás.

Photo by ian dooley on Unsplash

 

Enrédate en una trenza

Una de las cosas que más descuidamos cuando tenemos pereza de vida es el peinado, ¿verdad?. Normalmente solemos o no peinarlo u optar por una coleta o moño rancio y sin ninguna gracia (no sé que es peor). ¿Una alternativa a esto? La trenza es un peinado que olvidamos y que es muy favorecedor y sencillo para esos días en los que no sabemos qué hacer, especialmente cuando lo tenemos un poco rebelde.

Puedes hacerla más centrada, ladeada o incluso hacerte una trenza parcial, sin utilizar todo el cabello. ¡Ya verás lo bien que te sienta!

 

 

Nunca subestimes el poder de un complemento

Como su nombre indica, sirven para “complementar” nuestra vestimenta. No es obligatorio llevarlos, pero son determinantes para causar una imagen u otra. Son importantes para:
-Aportar estilo y personalidad.
-Actualizar las prendas básicas (“que tengan otro punto”).
-Armonizar la tipología corporal y el rostro (como ocurre con las prendas de vestir). Pueden ser utilizados para llamar la atención o para distraerla de las zonas que queramos desatender o “disimular”.

 

Photo by S O C I A L . C U T on Unsplash

 

“Enjóyate” el pelo

Como alternativa a la trenza, otro sencillo gesto que puede hacer de tu pelo el centro de todas las miradas son las diademas o pasadores. Si eres perezosa para elegir pulseras, pendientes o collares…éste es tu complemento. Además, ¡no importa si tienes el cabello largo o corto!


Photo by ASOS

 

Utiliza bien las prendas Oversize 

Como su nombre indica, son aquellas prendas de un tamaño mayor al común, especialmente grandes o anchas. Si tiendes a vestir con ropa muy ancha, hay que hacerlo con sentido y jugando con las formas del cuerpo.

¿Qué pasa con éste tipo de prendas?
– No definen la silueta ni la cintura, puesto que no son ceñidas.
– Hay que combinarlas con una parte estrecha en la parte inferior, como con un pantalón pitillo. De lo contrario, el llevar una prenda holgada tanto arriba como abajo va a generar muchísimo volumen y no se va a apreciar tu silueta real.

El truco es añadir un cinturón para que se defina la cintura y genere una forma mucho más bonita.

 

Evita ser una Señora Cebolla

Cuando nos despreocupamos a la hora de vestir, la costumbre de ponernos mil capas totalmente elegidas al azar es un ejercicio muy común entre las mortales. Desde el momento en el que recurres a la expresión ‘llevar más capas que una cebolla’ estás aceptando que no es más que un recurso para vestirte cuando aún refresca, sin ningún tipo de intención estética. Por tanto, vamos a convertir esas capas en un recurso con sentido, eligiendo superponer unas cuantas prendas que encajen como un mosaico perfecto.
Para ello, sólo tienes que tener en cuenta los colores o estampados y elegir una misma gama cromática en diferentes tonos o arriesgar un poco y crear contrastes (rosa y verde, amarillo y morado, azul y naranja, rosa y rojo…). Tomar esa decisión no supone mucho esfuerzo.

 

Rojo, ¡que te cojo!.

Así de simple. El color de la pasión, de la fuerza y del amor. En ocasiones puede hacer que transmitamos una imagen algo dominante o agresiva si se utiliza en exceso o en situaciones concretas (p.ej: en una entrevista de trabajo), pero, de forma general, el rojo es un color que SIEMPRE FAVORECE. Sólo hay que elegir el tono que más se adecue a nuestras características.
Si eres perezosa y no quieres pensar cuál es el rojo que mejor te sienta, recurre a algún pantalón, falda, zapatillas o un bolso o cualquier otro complemento como pendientes, pulseras, pañuelo…. Sin apenas esfuerzo, obtendrás un look mucho más favorecedor y potente que el basado exclusivamente en colores neutros.

Photo by Sandie Clarke on Unsplash

 

 

Gracias por leerme y por comentar.

Fani M.

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