“Me han invitado a una boda”. Nuestra cara cuando decimos esa frase puede reflejar una mezcla de sentimientos entre la pereza y la frustración, al mismo tiempo que un bombardeo de preguntas inunda nuestra mente: ¿Me compro algo nuevo o me pongo cualquier cosa que ya tengo? ¿alquilo el vestuario? ¿recurro al armario de mi hermana/ madre/prima/amiga…?
En una boda hay dos posibilidades: horrorizar a todos con nuestra elección o ponernos algo que nos sienta bien y se adapta a nuestro estilo y elegancia personal.
Muchas tiendas, modistas y sastres intentan ofrecer en sus escaparates y servicios una ropa muy espectacular. Pero en ocasiones el hecho de intentar “deslumbrar” o ser muy extravagante conduce a destacar en exceso, incluso por encima de los protagonistas del día, los novios.
Lo primero que tenemos que plantearnos es ¿Por qué voy a asistir a la boda? Salvo excepciones, que son compromisos o que apenas conocemos a los novios, el objetivo real es acompañar a esa persona en un día importante para ella y tener una experiencia divertida, en general.
Si tenemos esta idea clara desde el principio, la preocupación por la vestimenta que llevemos pasará a un segundo plano.
¿Qué tengo que tener en cuenta antes de elegir mi vestuario?
Lo primero que tenemos que hacer es recabar información a través de la invitación o de los propios novios acerca de si se requiere o no etiqueta.
En el caso de que no se nos informe sobre ésto, os presento unas pautas generales para acertar (además de nuestra capacidad de análisis y el sentido común, sobre todo):
- Si la boda es durante el DÍA:
–Apuesta por los tejidos de gasa y movimiento, en lugar de los que son excesivamente ceñidos.
-Evita tejidos brillosos y de lentejuelas. No vamos al “discoteque”.
-Vestido corto (4 cms por encima de la rodilla).
- Si la boda es en horario de TARDE-NOCHE:
-El vestido largo o a la altura de media pierna.
-Se admiten todo tipo de colores, salvo el blanco. El uso del color negro es preferible para la noche, acompañado de complementos con colores y materiales que contrasten y aporten luz al vestuario.
-En relación a la elección del color, lo elegiremos más o menos intenso según la imagen que queramos transmitir al exterior o si queremos destacar más o pasar más desapercibidos. Las tonalidades pastel dulcifican mucho.
-El uso de complementos como la pamela o el tocado se ciñe a las bodas celebradas durante el día. Siempre es opcional e irá en función del tipo de vestido que lleve la invitada.
-Hay un refrán que dice algo así como…: “la que tocada viene, tocada se va”. Es decir, que si te decantas por el uso de éste, tienes que tenerlo puesto durante TODA la celebración. Sí. Has leído bien. La pamela, en cambio, si se puede retirar.
- En cuanto a los zapatos, utiliza unos que ya te hayas puesto antes y le hayas dado uso, evitando el momento “estrenar zapatos” (porque morirás, seguro).
Si tienes unos en color beige, son perfectos para combinar con casi cualquier vestuario.
- El bolso no tiene que ir conjuntado con los zapatos. Es más: cuanto menos combinen los colores, mejor. Utiliza el juego del contraste.
Algunas ideas dentro del estilismo que no van a fallar:
- Estampado floral
La invasión floral, a través de flores bordadas o estampadas, son la alegría de cualquier look de invitada. Expresan un lenguaje muy bonito y es bastante atemporal, adaptándose perfectamente a cualquier estación del año. Sobre vestidos largos y fluidos adquieren un espíritu romántico; bordadas en pedrería o encaje transforman tu vestuario en algo más sofisticado.
- Lunares
Ha sido el estampado por excelencia durante mucho tiempo para las bodas, bautizos y comuniones. Quizá nunca se han ido del todo. La clave de su éxito es que favorecen muchísimo y que combinan fácilmente con una amplia gama de colores. Puedes elegir un diseño más clásico o decantarte por la estética Pin Up.
- Rojo
Es cierto que, dependiendo de nuestro tipo de armonía cálida o fría, nos favorecen al rostro y al cuerpo distintas gamas de color. Pero también es verdad que el color rojo, en sus diferentes versiones, a TODAS nos favorece. Desde el rojo más apasionado hasta la gama coral. Elige el tuyo.
- Dos piezas:
Vuelve el mix falda-blusa o falda- pantalón, de toda la vida. Puede dar mucho juego gracias a combinar diferentes prendas y estampados. Puedes quedarte en el lado conservador o arriesgar combinando diferentes estampados. ¿Lo bueno? Que en tu armario tienes con seguridad una de las dos partes del conjunto (¡o incluso las dos!) y no tienes que lanzarte a las tiendas en búsqueda del estilismo perfecto.
- Blanco y negro: Lejos de ser un clásico, la combinación de los dos colores es perfecta. Utilízala en un dos piezas a través de un look más masculino o en un vestido. Acierto seguro.
Vestido (ZARA)
Zapatos (KLING)
Pulseras VINTAGE
Pendientes y bolso (PARFOIS)
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir